El recurso más importante de una empresa es el capital humano y la mejor forma de que un negocio prospere en el futuro es gestionando y potenciando correctamente el talento y potencial de las personas que las forman. Talento es presente, potencial es futuro, identificando ambos en cada profesional de nuestros equipos conoceremos mejor nuestras organizaciones y sus posibilidades.
Las personas son el motor de cualquier empresa y para hacer una gestión del talento realmente eficiente en una organización es conveniente llevar a cabo un Directorio de Talento y Potencial o DPT, algo tan necesario como el inventario de los productos o recursos disponibles.
Un DPT deberá convertirse en una base de datos de personas que forman la empresa. El catálogo puede contener infinidad de datos a efectos tanto estadísticos como funcionales sobre las personas de la organización, desde sus características más básicas como edad, años de experiencia, etc. hasta sus habilidades, aptitudes y capacidades, independientemente de que sean actuales a su actual posición o no.
Esta herramienta permitirá hacer una radiografía completa de los equipos y profesionales que componen la empresa, lo que puede llegar a ser clave para anticiparse a futuras situaciones y crisis tanto a corto como a largo plazo.
Una de las aplicaciones más frecuentes para recurrir al DPT suele ser detectar si hay trabajadores que están próximos a finalizar su contrato o a jubilarse y, así mismo, tratar de identificar a los candidatos idóneos que puedan cubrir estos puestos vacantes. Es, por tanto, un buen punto de partida para gestionar los planes de sucesión, en base al cual minimizaremos los efectos adversos en caso de una baja o salida inesperada de la empresa, ya que reduciremos los tiempos de remplazo por tener previamente identificados a potenciales candidatos internos.
Un beneficio directo de tener listo y al día EL DPT es que, del proceso de gestión del talento, extraemos de forma directa una valiosa información acerca de la situación actual de la empresa: qué carencias de conocimiento, competencias y habilidades existen para poder llevar a cabo procesos de capacitación de talento, cubrir las necesidades de formación y, en definitiva, definir y mejorar la propuesta de valor como empleador de la empresa. Atraer talento y mejorar la formación y capacitación de los profesionales, tiene un impacto directo en el aumento de la productividad y, en consecuencia, de la rentabilidad.
Siempre ha sido necesario que las organizaciones incorporen las herramientas y estrategias más adecuadas para gestionar el factor humano, pero la situación del mercado actual, con su alta volatilidad y velocidad de cambio lo hacen imperativo.
Si no contamos ya con una iniciativa similar en nuestra organización, ¿qué tal si somos previsores y nos ponemos a ello?