Algo que suelen tener en común los más renombrados emprendedores que tenemos como referencia es la capacidad de sobreponerse al fracaso. Resulta sencillo al repasar sus trayectorias, encontrar episodios que describen como, después de no conseguir los objetivos planeados o directamente tras morder el polvo, consiguieron sobreponerse y dar el paso para trasformar ese fracaso en éxito.

Lo cierto es que cuando pasamos por uno de esos momentos, nos parece muy difícil encontrar la luz al final del túnel para salir adelante. Más de uno hemos sentido alguna vez esa sensación de fracasar en el ámbito laboral, en mayor o menor medida, sobre todo si nos consideramos emprendedores.

Es complicado pensar en un mundo sin fallos. Siempre existe una pequeña o gran probabilidad cada vez que tomamos un riesgo o nos atrevemos con un cambio y esto no solo se circunscribe al entorno laboral, sino que también nos sucede en lo personal. Es importante entender que el fracaso es una situación mucho más común de lo que creemos en el ser humano. La diferencia estriba en cómo lo asumimos cada uno de nosotros.

Y entonces, la pregunta que todos nos hacemos es ¿cómo nos sobreponemos a un fracaso?

Resiliencia.

y… ¿esto que es? Según la fuente del saber de nuestros tiempos, Wikipedia, la resiliencia es la capacidad de los seres humanos para adaptarse positivamente a situaciones adversas.

Para Derek Mowbray, presidente de la consultora sobre liderazgo WellBeing and Performance Group, la resiliencia “es una forma de enfrentarse a las circunstancias” y es básicamente, “una elección”.

Desde DeCV&Partners recomendamos 6 pasos que se deben tener en cuenta para desarrollar tu capacidad de resiliencia.

  1. Establecer vínculos 

Para empezar, es importante tener una buena relación con las personas de tu día a día, familia, amigos y otras personas. Aceptar el apoyo de aquellas personas que están dispuestas a escucharte fortalece la resiliencia.

  1. Una crisis no es insuperable

No puedes cambiar los hechos, pero si puedes cambiar la forma de interpretar las situaciones y como responder ante ellas. La clave está en ver más allá del presente e imaginar cómo puede llegar a ser el futuro.

  1. Acepta el cambio

Es posible que ya no puedas materializar todas aquellas metas que te habías propuesto, pero, en el momento que asumas y aceptes las circunstancias estarás en posición de centrar tus energías en aquellas que sí son realizables.

  1. Camina hacia la meta

Proyecta metas alcanzables. Quizás tus objetivos finales parezcan imposibles en este momento, así que, si te parecen sueños irrealizables, pregúntate qué cosas puedes lograr hoy para avanzar en la dirección que quieres ir.

  1. Actúa con determinación 

Enfrenta las situaciones adversas que puedan surgir, actuando con determinación en vez de distanciarte de los problemas y conflictos.

  1. Busca oportunidades

Aprende de tus errores. Cuando una persona aprende algo nuevo de si mismo ya ha comenzado un proceso de cambio. Cambiar es adaptarse, crecer y evolucionar. Aprovecha esos nuevos conocimientos y capacidades para avanzar en tu hoja de ruta y tus objetivos planeados o aquellos que puedes perseguir ahora.