Reflexionando sobre algo tan importante y tan difícil de gestionar como es la motivación, podemos considerar diferentes teorías. Desde mi punto de vista una de las mejores reflexiones es la que podemos ver en el video de TED Talk con Daniel Pink, cuando establece que la motivación tiene 3 pilares fundamentales: La autonomía, el aprendizaje continuo y el propósito o para qué estamos haciendo algo, para qué estamos más tiempo en una empresa, para qué hemos de aguantar a nuestro jefe etc.

Teniendo esto en cuenta, creo que hay que añadir algo fundamental para que la motivación sea intrínseca (interna) independientemente de la compensación por hacer o decir algo. Lo que hemos de añadir es el poder de conocer y dedicar tiempo a la diversidad a dedicar tiempo para poder comunicarnos dentro de una organización con personas que piensan diferente, muy, muy diferente. Nunca hasta ahora se ha dado tal diferencia de formas de ser, de formas de actuar, de formas de valorar. Si antes decíamos que hay que gestionar atendiendo a la situación y a la madurez de las personas (liderazgo Situacional), ahora además hemos de pensar qué competencias tienen las diferentes generaciones y cuál puede ser el denominador común para, por ejemplo, poder gestionar la motivación en un equipo de 20 profesionales utilizando criterios de diversidad.

Vaaaaaale… peeeeeeeeero… ¿Qué quiere decir todo esto?

Lo que significa viene relacionado con la escala de valores y con que la diversidad no es raza, sexo o incluso de dónde eres. La diversidad, como dijo Gardenswartz, tiene 4 dimensiones (personalidad, interna, externa y organizacional relacionado con el role que desempeñamos) que afectan a todos los estadios de la gestión y directamente a la motivación, por lo que, si para un millenial algo no es importante para un baby boomer, sí que lo puede ser.

Para poder motivar por diversidad, abogo por trabajar la comunicación efectiva y realizar una gestión por objetivos y valores, donde, aunque seamos diferentes tenemos y cuidamos ese denominador común que ha de poseer las personas de nuestro equipo para poder considerarse como tal equipo, o lo que es lo mismo, un objetivo común que nos comprometa y nos “motive”. Para llegar a ese objetivo deberemos tener en cuenta las diferentes formas de pensar y de ser de nuestro equipo atendiendo a los criterios que hemos comentado de diversidad.

Luis Hidalgo Pottecher – Socio de DeCV&Partners

Más de 20 años de experiencia en posiciones directivas de RR.HH. en empresas multinacionales le han proporcionado una gran experiencia liderando procesos de integración y reorganización de grandes corporaciones, gestión del cambio y adaptación cultural.  Profesor de Postgrado en Garrigues y ESDEN Coach profesional certificado por ICF y AECOP.